En la fría temporada invernal alemana, hay una bebida que se erige como la embajadora del calor y la tradición: el Glühwein, o vino especiado. Este brebaje aromático, que ha conquistado los corazones de locales y visitantes por igual, no solo ofrece un respiro ante las bajas temperaturas, sino que también encapsula el espíritu acogedor de la Navidad y los mercados invernales alemanes.
El Glühwein tiene sus raíces en la antigua Roma, donde se preparaban vinos calientes con especias para combatir el frío. Sin embargo, fue en Alemania donde esta tradición alcanzó su apogeo y se convirtió en una parte esencial de las celebraciones invernales.
El Glühwein es una mezcla caliente de vino tinto, especias y, a veces, un toque de licor. Las especias típicas incluyen canela, clavo de olor, anís estrellado y cáscara de naranja. Estos ingredientes se combinan para crear una sinfonía aromática que deleita los sentidos y brinda una sensación de confort.
Pelar la naranja y exprimir el jugo. Reservar la cáscara.
En una cacerola grande, verter el vino tinto y calentarlo a fuego medio.
Agregar la cáscara de naranja, el jugo de naranja, la ramita de canela, los clavos de olor y las estrellas de anís a la cacerola.
Revolver bien y llevar la mezcla a fuego lento. No dejes que hierva para conservar los aromas.
Justo antes de que comience a hervir, reducir el fuego al mínimo y añadir el azúcar. Revolver hasta que el azúcar se disuelva completamente.
Dejar que el Glühwein repose a fuego lento durante al menos 15-20 minutos para permitir que las especias infundan sus sabores en el vino.
Cuela la mezcla para retirar las especias y la cáscara de naranja.
Sirve el Glühwein caliente en tazas y decora con una rodaja de naranja o un toque de canela si lo deseas.
¡Ahí lo tienes!
Un toque de la acogedora tradición alemana en la comodidad de tu hogar. El Glühwein no solo calentará tus manos, sino también tu corazón, brindándote la experiencia inconfundible de la temporada invernal alemana. ¡Prosit! (¡Salud!)
